El otro día estuve presente en la consulta sobre el trabajo, que realizaron el grupo de Elena, Gema, Mª José, y Amalia, con Víctor, en el que éste les sugirió que cada una de ellas podía inventar una historia basada en sus experiencias personales sobre discriminaciones sexistas en las clases de E.F. (su tema del proyecto). Se me ha ocurrido que podríamos realizar algo parecido, que cada uno escribiera una historia ficticia, en la que aplicásemos todo lo que hemos sacado de nuestras lecturas, sobre el bullying y la obesidad. Mi idea es que estén escritas en primera persona, poniéndonos cada uno en la piel de las siguientes personas:
-Un adolescente acosado.
-El acosador.
-Un profesor que ve que hay bullying en su clase.
-Los padres del acosado.
-Los compañeros del acosado.
Como veis he propuesto cinco temas, si os parece bien elegir cada uno de vosotros uno de ellos y escribir una historia de aproximadamente ¾ de un folio… o lo que se os ocurra. Creo que esta sugerencia le podría dar más vistosidad a nuestro proyecto, y puede abrir debate una vez que compartamos los relatos.
Un saludo, Samuel.
Me parece una buena idea, aunque la extensión la deberíamos reducir a medio folio. Si os parece bien, yo hago la historia del acosado.
ResponderEliminarme quedo con la historia de los padres del acosado
ResponderEliminarPara mi el profesor
ResponderEliminarOk, entonces yo me quedaré con la del acosador, y si me da tiempo intentaré realizar la de los compañeros...
ResponderEliminarPor cierto, cuando tengáis las historias publicarlas como entradas (poner alguna foto), y como etiqueta "Ficción Bullying"
Aquí va mi historia, "El Profesor"
ResponderEliminarAcabo de volver a casa del instituto, me siento a descansar unos minutos antes de ponerme a corregir examenes. Ha sido un día extraño, era la primera vez que me encontraba con la situación que os voy a contar en una aula.
Acababa de empezar la clase, hoy tocaba seguir con el balonmano, así que tras realizar el calentamiento, he propuesto una actividad de pases y fintas. La clase transcurría con normalidad, los alumnos más aplicados realizando un buen ejercicio y sin necesidad de corrección, mientras que los menos dotados fisicamente, sufrían un poco más y necesitaban mi ayuda para lograr el objetivo. He observado algunas risas desde un par de alumnos, supongo que les resultaba gracioso ver a Agustín realizar sus peculiares fintas, más propias de un bailarín que de un jugador de balonmano, pero no le he prestado demasiada atención.
Después, ha continuado la clase con una serie de partiditos entre los alumnos, y aquí si que se ha liado la cosa. Las risas anteriores, se han multiplicado, y han formado un grupo de 5 alumnos que no paraban de reirse de Agustín, sin disimular, intentando humillarlo, hasta que lo han logrado y se ha puesto a llorar. LA verdad es que yo no he estado hábil, debí haber parado eso antes, porque vi las primeras causas de la situación, pero no le di demasiada importancia. Creo que la situación me ha desbordado, me he llevado a los 5 entre gritos a mi despacho, y allí me he puesto muy agresivo verbalmente con ellos, supongo que demasiado. Era la primera vez que era testigo de un acto de esta magnitud, han hecho llorar a un chaval de 16 años únicamente burlándose y riéndose de él, algo normal en niños de 8 años, pero no me esperaba encontrarme esto en chavales de esta edad. Al finalizar la charla, he ido a hablar con el director y le he contado lo sucedido, y hemos decidido que mañana hablaremos individualmente con cada uno de los protagonistas de la situación.
También me gustaría hablar con los amigos de Agustín, ellos sabrán que sucede y si es algo habitual en otras clases, y si es así, deberemos tomar cartas en el asunto, porqué esto no se puede permitir.